lunes, 10 de enero de 2011

1x02 EFRÉN


Priviuslí, en El mundo al revés: Efrén, Zac, Ada, Pascual y Benjamín tienen un accidente de coche. Efrén iba a firmar un contrato futbolístico multimillonario.




En una habitación completamente oscura se despertó contrariado pero calmadamente Efrén, tumbado en una cama.

(Efrén) ¿Qué ha pasado? ¿Dónde estoy? Uf, me duele la cabeza —se toca la frente y descubre que lleva unos vendajes—. ¿Qué es esto? Lo último que recuerdo es estar conduciendo  —se levanta confuso de la cama con los brazos extendidos para no chocarse con nada, mientras avanza hacia delante poco a poco, cuando se da cuenta que lleva un gotero en el brazo—. Debe de ser el hospital… ¿o no?
¿Por qué no se ve nada? ¿Me tendrán secuestrado? —piensa a la vez que palpa la pared para encontrar la puerta— ¡Una ventana! Así entrará luz —reflexiona mientras la abre, estira los brazos fuera de la ventana y nota el aire y los ruidos de la calle, cuando en ese momento cae en la cuenta—. ¡Santa Ast! ¡Me he quedado ciego! ¿Qué hago ahora con mi vida? No puedo quedarme ciego. ¡Mi carrera como futbolista está acabada! Y encima nadie me va a querer nunca y nadie va a querer estar conmigo. Yo no quiero vivir el resto de mi vida así.

Pensaba él, poniéndose catastrofista mientras empezaba a llorar desconsoladamente frente a la ventana, cuando de repente lo tuvo claro. Se apoyó en el marco de la ventana, subió el pie para abalanzarse y sacó el cuerpo hacia fuera pensándose un instante si acabar con su vida, que ahora creía sin sentido. Cuando en ese momento apareció por la puerta Ofelia, su mejor amiga y compañera de piso.

OFELIA: ¡Efrén! ¡Baja de ahí ahora mismo! ¿Se puede saber qué haces?

EFRÉN: Ay, Ofe —dijo nervioso al reconocer su aflautada voz—. Menos mal que estás aquí. ¡Mm… mm… me he quedado ciego! —tartamudeó mientras estaba paralizado encima del marco de la ventana.

OFELIA: Tranquilo, chiquitín. Ven aquí, túmbate en la cama y ahora viene el doctor y te cuenta todo —le tranquilizaba mientras le cogía del brazo para guiarlo de nuevo a la cama casi manteniendo la respiración y suspirando una vez lo bajó de la ventana.

EFRÉN: Gracias por venir. ¿Sabes que eres mi mejor amiga? —y le dio un abrazo muy sentido, agradeciendo tenerla allí—. Tuve un accidente, ¿verdad? ¿Qué ha pasado con los demás que iban en el coche? ¿Qué ha pasado con mi coche? ¿Dónde están mis padres?

OFELIA: Bueno, bueno, te informo de todo: tu coche ha quedado siniestro total, lo siento mucho. Me han dicho que tus amigos están en el hospital, ahora vamos a verles. Por otra parte, he llamado a tu hermano Romeo, pero sabes que no puede salir del internado. Y también he llamado a tus padres y les he dicho que estás bien. Me han dicho que no pueden coger un vuelo y faltar al trabajo, pero que te dé un abrazo de su parte.

EFRÉN: Genial, me da igual —dijo con una indiferencia fingida—. No les necesito. Me he valido yo solo desde hace muchos años… ¿Y ahora que hago con mi vida? Me dedicaré a vender cupones, porque otra cosa…

—No lo creo, señor Martínez —interrumpe la doctora, entrando en la habitación.

En eso que la vio Ofelia y pareciéndole bastante atractiva intentó arreglarse un poco, bajándose la camiseta para disimular sus amplias caderas, y que no se le marcase tanto su abultado vientre, porque a ella le gustaba ir bien prieta. También se quitó sus gafas de pasta negras y se tocó un poco el pelo para peinarse su melenita y su flequillo.

OFELIA: Hola, doctora —dijo ella tratando de poner un tono insinuante, pero era complicado, debido a su graciosa voz.

—Como iba diciendo —haciendo caso omiso a la pobre Ofelia, como solían hacer con ella todas las mujeres—, si tuviera que vender cupones no sería durante mucho tiempo. Le hemos realizado una cirugía reparadora, señor Martínez, y hemos comprobado que el nervio óptico no está dañado seriamente. En unos meses recuperará usted la vista. Necesita hacer reposo, pero ya se puede ir a casa. Tiene que volver en 7 días y después para unas visitas de seguimiento. Ahora vendrá la enfermera a quitarle el gotero —dijo abandonando la habitación.

EFRÉN: ¡Ah, eso es genial! —exclamó moviendo los brazos en el aire buscando el contacto con Ofelia.

OFELIA: Ya te lo dije, chiquitín —contestó ella cogiéndole la mano y cambiándole la cara al ver quién se acercaba.

—Buenos días, Efrén, me alegro que todo haya salido bien —dijo un hombre serio y trajeado que entraba en la habitación.

EFRÉN: ¿Eres tú, Lorenzo? ¿No habrá ningún problema con el contrato, verdad? Porque como habrás oído, recuperaré la vista en unas semanas.

—O meses —dijo cogiendo aire como con tono de dar malas noticias—. Yo, como el abogado del equipo de fútbol, te tengo que comunicar lo que me han comunicado: no hay contrato.

EFRÉN: ¡Tío! ¡No puede ser! —gritó con indignación mientras se incorporaba en la cama.

—Sabes que no había nada firmado y el equipo no puede tener un jugador en el banquillo durante meses con un contrato millonario. Además, tu accidente de coche en extrañas circunstancias empañaría la buena imagen del club. Lo siento mucho.

EFRÉN: ¿Extrañas circunstancias? ¡Esto tiene que ser una broma! —dirigiendo la mirada al frente porque aun no captaba de donde venían las voces exactamente.

—Por favor, señorita —dijo dirigiéndose a Ofelia—, ¿le importaría dejarnos a solas un momento?
Efrén asintió y Ofelia los dejó solos.

—¿Dónde está el dinero? —se le acercó para que no se le escuchara fuera de la habitación.

EFRÉN: Qué dinero —dijo como disimulando y volviéndose a acostar con una sonrisa picarona.

—No te hagas el tonto. El dinero que te di por adelantado del contrato.

EFRÉN: Ah, ¿el dinero que me diste por compasión después de que te follara en la mesa de tu despacho? Como tú has dicho, no había nada firmado. Ese dinero es mío. Además, ¿quieres que te acuse de un delito de prostitución? Porque pagarle a alguien después de tener sexo y encima luego querer recuperarlo… —se fue creciendo él, que tenía todos los cabos bien atados—. No es por nada, pero parece otra cosa. Creo que te podría caer un montón de mierda encima…

—¡Eres un hijo de puta! Ni intentes volver al mundo del fútbol porque éste es un club grande con muchos contactos y me aseguraré personalmente de hundir tu carrera si te atreves a volver.

Y se fue de la habitación dando un portazo. A continuación, abrió la puerta Ofelia con cara de asombro.

OFELIA: ¿Qué pasa, chiquitín? —preguntó con reparo y curiosidad.

EFRÉN: Que no puedo volver al fútbol nunca más. Pero me he llevado un finiquito por las molestias causadas —afirmó satisfecho de su jugada—. Bueno, ¡vamos a ver a los demás! Espero que estén bien.

La enfermera fue a quitarle el gotero. Efrén cogió del brazo a Ofelia para no chocarse con nada y fueron en busca de sus amigos. Primero se enteraron de que Pascual ya se había ido. Luego encontraron a Zac, que yacía inconsciente en una camilla sin nadie conocido alrededor. Efrén estaba asustado porque Ofelia le describía la situación, pero era muy difícil no poder verlo. Al contemplar el desolado panorama y no haber médicos cerca tampoco para preguntar por su estado, no podía afrontarlo, así que fueron a buscar a Ada. Cuando llegaron a la habitación de ésta, la encontraron vacía. Al preguntar a una enfermera por los familiares o amigos de ésta, dijo que se habían ido a tomar un café, y del estado de ella o su paradero no sabía nada.

EFRÉN: ¿No venía alguien más en el coche? Tío, lo tengo todo borroso. Sólo recuerdo subirme y poco más.

Efrén, desbordado por la situación, le dijo a Ofelia de irse a casa. Ésta le advirtió que tenía su viejo coche en el taller de nuevo y que tenían que coger el autobús, así que para allá se fueron los dos.




En la parada del autobús, varios niños lo reconocieron por ser el futbolista con el contrato multimillonario en sus manos, pero al verle con vendajes en la cabeza pensaron que no era él. Llegó el autobús y se subieron. Efrén se sentó con la ayuda de Ofelia en el último asiento libre que quedaba, cuando ésta se percató de la presencia de una mujerona, situada al lado de Efrén que miraba con cara de pena.

OFELIA: Chis, Efrén. Hay una señora a tu lado mirando con cara de querer sentarse en el asiento —le susurró al oído.

—¿No les da vergüenza, ustedes tan jóvenes, de no cederle el asiento a una señora mayor?

OFELIA: Señora, ¿no se da cuenta que está ciego?

—No me hable de usted, que no soy tan mayor. Pero he estado trabajando toda mi vida como una loca y tengo el cuerpo hecho polvo. ¡Vergüenza les debería de dar! —replicó indignada.

OFELIA: Desde luego, son mayores para unas cosas y para otras no. Pues si no es tan mayor le digo una cosa: que le den por el coño.

—¡Oh, válgame! —exclamó horrorizada—. ¡Que Suty le lleve!

Y la mujer se fue a otro lado sobresaltada por la mala educación de la juventud de hoy en día.




Cuando llegaron a casa, en el portal estaba la portera/limpiadora del edificio, que de un modo u otro sonsacaba información a todos los vecinos con preguntas inocentes, pero que hacía sentir obligado a responder por educación.

—Uuuh, pero bueno, chiquillo —exclamó dramáticamente al ver a Efrén entrar al portal del brazo de Ofelia—. ¿Qué son esos vendajes de la cabeza? ¿Qué te ha pasado?

EFRÉN: Nada, mujer. Usted estese tranquila, que en unas semanas estaré como nuevo —se dirigió a ella mientras se apresuraban para coger el ascensor en cuanto antes.

—Pero bueno, estando así al final no dejarás el piso para irte a vivir solo como querías, ¿no? En las noticias han dicho que no se sabe nada de tu contrato con el club de fútbol...

OFELIA: ¡Hasta luego! —se despidieron ellos mientras se cerraban las puertas del ascensor—. Qué pesadilla de mujer.

Efrén se había puesto reflexivo al recordarle la portera que no tenía contrato ni rumbo en la vida. A continuación, al entrar en el piso se encontraron con su nuevo compañero.

OFELIA: Ay, mira. Efrén, éste es…

Y sin dejarle acabar la frase, se encerró en su cuarto sin decir nada.

EFRÉN: Tío, vaya elemento —dijo él con cara estupefacta—. ¿Qué razones tienes tú para coger a un compañero de piso?

OFELIA: Pues mira, chiquitín, hizo dos comentarios heterófobos y me conquistó.

EFRÉN: Desde luego, que basta eres. Seguro que querías un amiguito para meterte con Ada.

OFELIA: Sabes que no puedo con ella, su heterismo y su divinismo. Y sí, el chico es un poco raro. Sólo lo he visto salir de su cuarto para ir a clase y para coger la comida. Después se mete en su habitación y se queda allí todo el día…

Ofelia volvió a ver a Efrén pensativo y se preocupó por él.

OFELIA: Es duro, toda la información que has tenido que asimilar en un día. No tienes por qué pensar nada más ahora. Ya nos enteraremos de cómo están Ada y Zac.

EFRÉN: No es sólo eso, Ofe. ¿Qué hago con mi vida ahora? ¿Y cómo voy a sobrevivir hasta que recupere la vista? Me encuentro muy solo… Y además, seguro que voy hecho un asco.

OFELIA: Mira, chiquitín, yo voy a cuidar de ti —le alentó a la vez que lo abrazaba por detrás—. Cuando salga de la oficina todos los días, claro. Y que sepas que sigues igual de guapo. Con tus ojos y tu pelo negros, tu naricilla redondeada graciosísima, esa piel con ese bronceado todo el año. Eres alto, eres guapo, tienes un cuerpazo de deportista, ¿qué más quieres? Yo te peinaré con tu gomina como a ti te gusta hasta que recuperes la vista. Y ya está —le dijo mientras lo llevaba hasta su cuarto—. Ahora descansa, que es lo que tienes que hacer.

Ofelia se fue a su habitación y al cabo del rato se oyeron unos ruidos aparatosos en el comedor. Ella salió corriendo y vio a Efrén riéndose en el suelo, que se había caído.

OFELIA: ¿Qué haces? ¿Por qué no me has llamado? —dijo ella preocupada.

EFRÉN: ¡Ofe! —exclamó él muy contento—. Iba para tu cuarto. He estado pensando y ya sé lo que voy a hacer con mi vida. ¡Estoy muy ilusionado! Creo que es lo que siempre he querido, pero nunca me había dado cuenta —dijo mientras se levantaba con la ayuda de Ofelia—. Pero primero, tengo que poner algunas cosas en orden. Para empezar, voy a seguir con mi carrera de Administración y Dirección de Empresas que nunca acabé. Lo demás ya te lo contaré…


Próximo capítulo: lunes 17 de enero a las 21:00.

4 comentarios:

  1. ajá!!!! mira fran ferrando como ke el proximo capitulo el lunes.. te voy a meter dos ostias... !!!! aiiins jooooooooooooo ke a pasao con benjaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa ke me caia bieeeeeeeeeeeeen por cierto.. pa cuando la guia practica pa entender el mundoa lrevés?? porke tus dioses y tus santos seguro ke son satanicos... asi ke podrias hacer un glosario!!

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  2. Todo a su tiempo Manu! XDD

    El mundo al revés es misterioso y hay cosas que todavía no entendéis, pero tampoco puedo poner aquí la enciclopedia de todo porque perdería la gracia XD Las cosas se irán descubriendo a su debido tiempo...

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  3. oye pues esta genial! me acabo de enganchar!
    porfa, por qué no metes alguna referencia a GaGa o a Madonna (ambas iconos gays, asique va de perlas a tu serie) o a Beyoncé (aunque se que Bee te gusta menos)¿?¿?
    Algo que los que tengan un minimo de cultura musical puedan entender, pero que no este tan claro como el agua...
    a la gente le encanta sentirse inteligente y creer que entiende cosas que otras son incapaces! si pones alguna referencia de un videoclip, el que lo lea y lo conozca le encantara y se enganchara mas aun!
    son como pequeños truquillos pero que funcionan :S
    Bueno, que eso, "El Mundo al reves" esta genial, pero a ver si metes algun prota que no sea gay, que los heterosexuales tambien leemos tus blogs! (como por ejemplo yo)

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  4. Gracias por el comentario: te contesto.

    No he querido meter referencias por no meterme en líos de nombrar artistas o marcas comerciales y tampoco quiero, porque en este mundo las cosas son diferentes y no es todo exactamente igual excepto la orientación sexual.

    Además, que como es "al revés", evidentemente la mayoría de protas tienen que ser gays: porque yo quiero y es hacia el público que está orientado aunque lo puede leer todo el mundo y te agradezco que lo hagas). Nosotros no tenemos series en las que los personajes sean todos gays (excepto alguna cosa) y en ésta he querido mostrar esa parte de la sociedad que la tele no muestra por ser "minorías".

    Al igual que yo estoy harto de ver series en las que todos los personajes son heterosexuales excepto uno (y en algunas series), no creo que pase nada porque leas una en que sea al revés ;) Es más, está hecho para que lea quien lo lea, entiendas un poco nuestro punto de vista en el mundo real (ser lo que menos abunda y a veces despreciado, como ya se leerá).

    Aquí tienes a Ada, que es hetero (espero que hayas leído el capítulo anterior XD). Pero en ese mundo ella pertenece a la minoría. Lo he hecho en parte para que los heterosexuales se pongan por un momento en nuestro sitio y lo vean desde el otro punto de vista para saber lo que se siente.

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