Priviuslí, en El mundo al revés: los amigos estaban
buscando las instalaciones de los SS para que Is y Osi se reunieran con su
hermano Set, cuando Is fue disparada por una cazadora furtiva y Benjamín la
salvó a lomos de su caballo.
Set los vio llegar
y salió a la puerta del edificio principal para recibirlos. Desde la protección
del perímetro de seguridad hasta el primer edificio había un buen tramo. A sus
espaldas quedaba la gran antena protectora. Imaginaba que al verla por primera
vez les causaría un tremendo impacto, debido a sus espectaculares dimensiones.
Por ello, siempre había pensado que restaurar aquel complejo, que cuando lo
encontraron era un colegio abandonado camuflado en el bosque, era la mejor idea
para esconderse.
El grupo se
acercaba a él mientras hablaban entre ellos y por lo que parecía, no se habían
percatado de su presencia a lo lejos.
BENJAMÍN: Una
suerte que estuviésemos cerca de las instalaciones —comentaba mientras guiaba a
Ada, Osi, Helios, David y Ulises hacia los edificios principales, que estaban parcialmente
cubiertos por el follaje de los pinos—. Al final su herida no era tan grave
como parecía y ya se está recuperando. Ahora podréis verla.
ADA: Aún no me creo
que seas tú —lo miraba incrédula—. Lo tuyo es para escribir un libro. Por todo
lo que has pasado... Aún recuerdo aquella noche en el Inframundo. Parecías tan
inocente...
BENJAMÍN:
Afortunadamente he cambiado, y he aprendido de mis errores. No más cocaína
desde aquel día.
DAVID: Quién sabe
lo que hubiera pasado si no lo hubieras hecho. No te habrías manchado la nariz
con la mina del boli, no te hubieran secuestrado... Todo hubiera sido
diferente.
OSI: Sí. El
secuestrado hubiera sido yo. Qué fuerte que te cogieran a ti pensando que era
yo.
BENJAMÍN: Fuere lo
que fuese, lo pasado, pasado está. Allí está Set, esperándonos.
En sus rostros, Set
pudo ver la esperanza de haber encontrado un lugar en el que permanecer, a la
vez que la desconfianza comprensible de no saber dónde se estaban metiendo. Le
llamó la atención uno de ellos que iba más atrasado y con una manta sobre los
hombros. No despegaba la mirada del suelo.
ADA: No me habías
dicho que era un perrifláutico —oyó cómo le susurraba a Osi al oído con
disgusto cuando divisó sus rastas pelirrojas, anudadas por un coletero a su
espalda, y su barba tan naranja como su pelo, que no era más larga que unos
centímetros, pero sabía que para lo pija que parecía la novia de su hermano, le
daba un aspecto bohemio.
OSI: Antes no las
tenía, ¿vale?
Una vez estuvieron frente
a él Benjamín se puso a su lado.
SET: Bienvenidos.
HELIOS: Gracias —tomó
la palabra, pero sin añadir nada más.
La situación era
algo violenta. Allí estaban y no parecían saber por qué. Quizá era porque no habían
tenido más alternativas. Por lo menos habían acudido a él, como esperaba que al
final hiciesen.
OSI: Siento mucho
las palabras horribles que te dije aquel día —rompió el silencio—. Te llamé
demonio...
SET: No pasa nada —interrumpió,
despreocupado—. Lo importante ahora es que estáis aquí.
DAVID: Tenemos
preguntas. Muchas preguntas —entonó, desafiante.
SET: Y yo os
contestaré todas las que pueda.
DAVID: Vale. Pues
lo primero de todo: los mercenarios que contrataste para secuestrar a Osi y que
por error se llevaron a Benjamín... Ya nos ha contado el resto de la historia.
Pero, ¿tú sabes qué tipo de personas eran esas? Tenían un hijo que se llamaba
Tirso, que en un principio era mi amigo —parecía afectado emocionalmente—. Pero
un día se le fue la pinza y me secuestró y me llevó a su casa. Y luego, cuando
todo pasó, lo meten en un psiquiátrico y cuando lo encontramos coge y lo acaban
liquidando. ¿Quién fue el responsable de eso?
Is salió de detrás
de Set con el brazo vendado.
IS: David, ¿no
crees que es muy pronto para ponerse a interrogar a la persona que nos está
ofreciendo techo y abrigo? —le sorprendió que saliera en su defensa, habiendo
conocido a s hermana apenas unas horas antes.
SET: No, no, no —sonrió
apaciblemente—. No es ningún problema. Y tú deberías de estar en la cama —le
reprochó de manera amable—. Si te quedas más tranquilo, David, no sabía con el
tipo de personas que estaba trabajando. Los contraté para que me trajeran a
Osi, pero todo lo demás se les fue de las manos. Ellos me trajeron a Benjamín
en su lugar, y tan buen papel me ha hecho que no les puedo estar más que
agradecido —se le pasó por la mente atusarle el pelo a Benjamín, pero sabía que
ya no le hacía gracia, así que reprimió el reflejo—. Pero cuando me enteré de
lo que le hicieron a su propio hijo, porque fueron ellos los que lo mataron, yo
mismo me encargué de ellos. Ya no volverán a causar problemas.
Toda la felicidad y
tranquilidad con la que lo decía parecía que les chocaba a sus invitados. No
estaban tan acostumbrados a las "bajas de guerra" como él.
IS: ¿Y por qué
nunca me buscaste a mí? —sonó celosa de su otro hermano, Osi.
SET: A ti, mi
querida hermana —se le acercó y le tocó el pelo cariñosamente— te perdimos la
pista al morir tu madre adoptiva. Pero eres tan importante o más como Osi —le
dio un abrazo y ella lo abrazó dudosa, ya que al fin y al cabo era un
desconocido.
Se produjo un
silencio evidente, ya que todavía parecían inseguros de estar allí, y Set no
quiso dejarles tiempo para que recularan y se fueran de nuevo.
SET: Hacemos una
cosa. Ahora os voy a dar habitaciones para cada uno. Descansad, duchaos, os
daremos ropa limpia... Y luego, a la hora de cenar, podemos seguir hablando de
todo esto. Y tú, Osi, vas a venir conmigo. No podemos perder más tiempo. Tienes
que empezar a desarrollar tu telequinesia ya. También sé que tienes la
habilidad de control mental, pero lo otro me interesa más.
Osi parecía
anonadado de que alguien conociera aquel secreto suyo y de que encima lo
nombrara tan abiertamente.
SET: Is, ¿nos
acompañas, por favor? A los demás os veo esta noche.
Los tres hermanos
caminaron pasillo adelante mientras Benjamín acompañaba a los demás a sus
habitaciones. A Set le llamó la atención Ulises. Los conocía a todos por su
nombre, pero el rubio del pelo alborotado, con su pijama, descalzo y la manta
por encima de los hombros, no dijo una palabra ni parecía tener una pregunta
para él. Sabía que sin su medicación su trastorno bipolar le habría pasado la
factura, pero no se imaginaba que hasta ese punto.
Mientras tanto, por
fin tenía a su lado los hermanos que había estado buscando durante toda su
vida. A Set se le escapó una pequeña sonrisa al ver que Is caminaba tan
silenciosamente como él. Eran de la misma sangre.
SET: No me puedo
creer que por fin estemos los tres juntos —sonreía, entusiasmado—. La Profecía
nunca escrita se va a cumplir.
IS: ¿La qué? —reaccionó,
confusa.
SET: ¿No se lo has
contado a tu hermana?
OSI: No recuerdo
mucho de lo que me contaste —se encogió de hombros—. Y tampoco sabía si
creerte.
SET: De acuerdo, no
pasa nada. Yo os la contaré de nuevo. La Profecía nunca escrita dice que un día
llegarían tres hermanos, uno mayor y otros dos mellizos menores, todos
descendientes de Asir, que cambiarían el orden de las cosas.
IS: ¡¿Somos
descendientes de Asir?!
La desaprobación de
Set hacia Osi volvió a recalcar su desacuerdo. Pensaba que le habría informado
de todo, pero no le había contado nada.
SET: Sí, lo somos.
Pero los Discípulos de Asir no quieren que se sepa que existimos. Es un secreto
que solo conocen ellos. No les interesa que nadie sepa que existen personas con
poderes sobrenaturales, porque son ellos los que los usan y los necesitan a
todos. De hecho, en un principio se llamaban los Descendientes de Asir, pero
desde los tiempos remotos cambiaron su nombre a Discípulos de Asir, o simplemente los DA. Al igual que a nosotros
nos cambiaron el nombre de Seguidores a Siervos de Suty, para hacernos parecer
maléficos.
Is y Osi parecían
no dar crédito de lo que estaban escuchando, pero detrás de una pregunta venía
otra.
IS: ¿Y si Osi tiene
el poder de la telequinesia, y según me contó tú tienes el del fuego, cuál
tengo yo? ¿Y por qué nunca lo he utilizado antes?
SET: Según la
profecía tú debes de tener el poder de sanar. Pero es algo que tú has estado
haciendo toda tu vida. Eres enfermera —le sonrió orgullosamente y ella se
sorprendió que supiese de su vida. Pero su expresión mostraba decepción—. Los
DA creen que ese poder estaba extinguido. Hace siglos que no lo han encontrado
en ningún descendiente. Pero estoy seguro de que tú lo tienes —intentó
animarla.
IS: No sé si
creerme esta profecía. Es un poco cuento de hadas.
SET: A ver, no es
que seamos "los elegidos". Eso es una fantochada. Simplemente en
nosotros se juntan las características genéticas que hace que tengamos unos
poderes más fuertes que otros descendientes. Sí, tenemos los poderes que se
describen y además somos hermanos, lo cual, al estar todos juntos, nos hace más
poderosos. Pero no creo que haya que darle más vueltas al asunto. Yo siempre he
creído en la profecía, pero si creéis en vosotros mismos o no, eso ya depende
de vosotros.
OSI: ¿Y por qué
solo he podido utilizar mis poderes el día de la Renovación?
SET: Bueno —levantó
una ceja, pensativo, mientras seguían pasillo adelante—, eso es porque el día
antes de la Renovación los DA ponen en macha la maquinaria y empiezan a
calentar motores gracias a todos los descendientes que tienen y que explotan
como si fueran baterías. La facilidad de ese día es que las ondas en el aire
que provienen de ellos te ayudan a canalizar tus poderes. Por eso te es más
sencillo usarlos. Es como un catalizador.
IS: ¿Pero de qué
estás hablando?
Set lo recordaba como
si fuera ayer. Siempre había sabido que los DA usaban a los descendientes con
poderes para llevar a cabo la Renovación, pero nunca había conocido los
detalles hasta que Benjamín se infiltró y se hizo pasar por uno de ellos. No se
podría imaginar el sufrimiento de aquellas personas. Según Benja, el esfuerzo
que tenían que hacer para renovar a la población mundial los dejaba tan
debilitados que tenían que tenerlos el resto del año conectados a una compleja
maquinaria para que sobrevivieran hasta el año siguiente, yaciendo en camas de
una sala redonda y tan inmóviles como plantas. Ni siquiera las antenas
amplificadoras que poseían en las instalaciones de los DA eran suficientes,
porque cada año perdían a más descendientes en el proceso y cada vez
encontraban a menos con esas habilidades.
Por eso tenía que
parar todo esto. Por eso tenía que salvar a esa gente. Por eso tenía que abrir
los ojos al resto del mundo, aunque para ellos tuviera que convertirse en la
otra minoría.
Sus recién
encontrados hermanos seguían esperando a las respuestas que saciaran su
curiosidad y sus años viviendo en la inopia de la verdadera realidad.
SET: El mundo como
lo conocéis hoy en día es una mentira —hizo una pausa para que se concienciaran
de que lo que iba a contarles les iba a cambiar no solo la perspectiva, sino
toda su vida por completo.
OSI: ¿A qué te
refieres?
Su hermano parecía
más escéptico que Is y sabía que al ser tan creyente no se lo iba a tomar bien.
SET: Tú, Is, yo y
los demás descendientes no estamos afectados por ello, pero el resto de la
población mundial está manipulada.
IS: ¡Quieres
decirnos ya qué está pasando! —interrumpió, impaciente.
SET: Está bien,
está bien. Preparaos a escuchar la verdadera, aunque inverosímil realidad: los
Discípulos de Asir crearon una maquinaria para desarrollar y amplificar el
poder de algunos descendientes como tú, Osi, de manipulación mental. Con ello
realizan una operación a nivel mundial en la que cambian la sexualidad de la
gente, tornándolos homosexuales, y a lo cual bautizaron con el magnífico nombre
de Renovación, ya que para que la situación persista, lo tienen que realizar
una vez al año.
Evidentemente y
como esperaba el shock afectó de manera diferente a sus hermanos. Is parecía
creerlo al pie de la letra y lo procesaba en silencio, mientras que Osi seguía
incrédulo.
OSI: ¡Pero qué
dices! ¿Por qué hacen eso? ¡¿Y cómo lo hacen para que todo el mundo se haga gay?! ¡Es absurdo!
SET: Todo empezó
con Asir y Ast —siguió explicando en su tono pacífico—. Ellos empezaron a
cambiar la sexualidad de la gente hace más de dos mil años. Empezaron a hacerlo
pueblo a pueblo, y luego los descendientes que iban dejando en cada sitio y los
discípulos que se quedaban para asegurarse de que la labor proseguía,
continuaron con su misión. Hasta convertirse en una monstruosa maquinaria que
controla la población mundial hoy en día. Lo único que hacen los DA es
continuar con la labor que empezaron sus antepasados. No quieren que el mundo
cambie porque se sienten cómodos así y no conocen otra cosa. Lo controlan todo
y a todos.
Is y Osi se tomaron
unos segundos para lidiar con todo aquello.
OSI: Entonces dices
que esas ondas no nos afectan a nosotros, ¿no?
Set asintió.
SET: Tú eres
heterosexual por naturaleza. Is es bisexual y yo soy gay. Eso no lo cambia nada
ni nadie. Los descendientes somos, en su mayoría, resistentes a estas
radiaciones que cambian la sexualidad. Aunque no somos resistentes al sueño que
provocan el día de la Renovación. Necesitan tener a la gente durmiendo porque
así es más fácil de manipular. La señal se va propagando por todo el mundo y es
más fuerte al principio. Luego va pasando de huso en huso horario. Y así hasta
volver al punto cero. Pero aquí, en nuestro pequeño complejo de los Seguidores,
estamos protegidos por esa gran antena —señaló a través de una ventana del
interminable pasillo por el que caminaban.
OSI: ¿Y hay gente
que pasó de ser gay a ser hetero cuando empezaron a vivir aquí?
SET: Sí. Los que no
son descendientes. Como la madre de Ulises, Julia, o sin ir más lejos, Benjamín.
IS: ¿La madre de
Ulises que murió en un tiroteo era de los SS?
Le entristecía
pensar en aquella pérdida, como todas y cada una, y sabía que Ulises necesitaba
una explicación, además de las medicinas que llevaría mucho tiempo sin tomar,
ya que cuando lo vio llegar hacía unos minutos tenía aspecto de ello. Sin duda
el entrenamiento de Osi tendría que esperar, por mucho que le pesara. El grupo
de amigos había pasado por mucho y merecían una explicación y una ronda de
preguntas que seguro que tenían. Además de un buen descanso, después de todo lo
que habían pasado en los últimos meses, huyendo de la justicia y de los DA.
Acompañó a Osi y a Is a las habitaciones que les habían preparado y a
continuación le hizo una visita a Ulises, para darle la medicación que tenía
comprada desde el momento que los declararon fugitivos por la tele. Tenía la
confianza de que acudirían a él, y eso hicieron. Y con todos sus recursos no le
fue difícil acceder a sus archivos médicos.
Tenía la intención
de esperar unos días para que se recuperase un poco, pero él lo quiso saber,
así que se lo contó. Su madre Julia se incorporó a los SS y se hizo
heterosexual desde el momento en el que pasó su primera Renovación bajo la
protección de las ondas electromagnéticas de los SS, que los protegían de las
radiaciones. Una vez allí tuvo que despedirse de su vida pasada, y sabía lo
mucho que le dolió separarse de sus hijos Ulises y Alicia. Pero también le
contó que su por aquel entonces mujer, Verónica, cuidaría bien de ellos.
SET: Tu madre fue
un miembro muy leal de los Seguidores e hizo mucho por nuestra causa.
ULISES: Pero nos
abandonó a mí y a mi hermana de pequeños —decía mirando fijamente a la pared—.
No es justo. No es justo —iba perdiendo la frialdad y se derrumbó en los brazos
de Set, que secó sus lágrimas.
No sabía por qué,
pero tenerlo tan cerca le provocaba una hinchazón en la entrepierna. Había algo
especial en él. Era tan recóndito y tan diferente a los demás... Le recordaba a
su madre Julia, pero a la vez le hacía sentir una inapropiada atracción para el
momento tan tenso que estaba viviendo.
Más tarde, Set le
hizo una visita a David y Helios. Tras explicarle lo mismo que ya le había
contado a los anteriores, cada uno tenía sus propias preguntas, como era
lógico.
HELIOS: Pero eso no
explica cómo es posible que puedan propagar esas "ondas" por todo el
globo terráqueo —el policía seguía teniendo sus instintos afilados.
SET: Los DA tienen
un sistema de repetición de antenas por todo el mundo. Eso potencia y amplifica
la señal. Sin ir más lejos, vuestro amigo Efrén Martínez se empotró con una de
ellas en el accidente que le provocaron los DA cuando descubrió al líder de los
terroristas.
El exagente abrió
la boca, encajando piezas en su cabeza.
HELIOS: Por eso la
repararon tan rápido. A los pocos días ya estaba como si nada hubiera pasado.
SET: Así es. Necesitan tener esas antenas operativas
para la Renovación.
DAVID: Y si aquí
estáis protegidos, ¿por qué las personas que conocimos, lideradas por Néstor y
que a saber dónde están ahora, no vienen con vosotros? Su líder murió.
Era natural que
todavía no confiasen en él. Era un completo desconocido que les estaba contando
una serie de historias que parecían sacadas de un relato de ciencia ficción.
SET: Los Siervos de Suty siempre hemos tenido muy
mala fama —ironizó—. Los DA ya se encargaron de ello desde los tiempos remotos.
Los fugitivos que conocisteis no se fiaban de nosotros. Pero por lo menos les
proporcionábamos algo de comida, que aceptaban con recelo.
DAVID: Vaya, al
final va a resultar que sois una ONG —todavía parecía reacio.
Set se retiró para
dejarles hablar de toda la información que acababan de recibir. En el pasillo
de la segunda planta del edificio donde habían alojado a todo el grupo, Ada
miraba por la ventana, pensativa, la enorme antena que sobresalía entre los
árboles.
SET: Sabes que eres
especial, ¿verdad?
La sacó de sus
pensamientos de sopetón y se giró arreglándose el pelo y curiosa por lo que
acababa de decirle, echándole un repaso de arriba a abajo y parándose en sus
pantalones de tela multicolor. Por la mueca que hizo sabía que su estilo
bohemio no le hacía mucha gracia.
ADA: ¿A qué te
refieres?
SET: Personas como
tú, heterosexuales a pesar de las radiaciones que recibes, sois resistentes por
naturaleza.
ADA: ¿Cómo los
propios descendientes de Asir?
Set sonrió
orgulloso. Parecía que ya había estado hablando con Osi y al contrario que
David, parecía completamente segura de todo ello.
SET: Así es. De
hecho, se cree que las personas resistentes como tú, los heterosexuales o
bisexuales a pesar de estar recibiendo las ondas, sois descendientes de Asir
extraviados. Personas que descienden de él, como nosotros, pero que se les
perdió la pista generaciones atrás. Quién sabe si fruto de algún escarceo fuera
de lo programado para los DA.
De repente la
puerta del cuarto de David y Helios se abrió y David salió como si hubiera
estado escuchando todo lo que decían mientras Helios trataba de retenerlo.
DAVID: ¿Mi amiga
Mariana también?
SET: No sé quién es
tu amiga Mariana —se giró muy tranquilo—, pero si era heterosexual es el mismo
caso que con Ada.
ADA: Ya tenías que
venir tú a chafarme mi momento de gloria —le dijo, arisca.
DAVID: Ella tenía
unas marcas muy raras como de cirugías en la cabeza e iba a "terapia"
a una clínica de los DA para intentar ser lesbiana. Pero estaba coladita por
mí.
Ada se marchó
airosa al ver que David la había eclipsado.
SET: Es posible que
los DA experimentaran con ella para tratar de hacerla homosexual. Ni ellos ni
nadie sabe por qué hay personas resistentes, y es algo que les quita el sueño.
Lo intentan todo para erradicarlo.
David parecía más
satisfecho con la explicación y se metió de nuevo en su habitación seguido de
Helios, y Set, creyendo que ya había dado todas las respuestas que necesitaban,
también merecía su propio descanso. Solo quería volver a su cuarto y tocar un
poco la guitarra para relajarse.
Al empezar a bajar
las escaleras para irse, otra puerta se abrió. Eran Osi e Is y se acercaban a
él preparados para otra batería de cuestiones.
OSI: Y ahora viene
la gran pregunta que no había caído hasta ahora. ¿Cómo tuvieron descendencia
Asir y Ast si murieron en el gran acontecimiento de las flechas un 28 de junio?
SET: Oooh, aquella
magnífica historia. Muy bonita, sí. Suty, el maléfico hermano —más sarcasmo en
su tono era imposible—, amenazó con matar al amante de Asir, Dyehuty, si los
hermanos no terminaban con la cruzada de "convertir" a la gente en
homosexual. Los aldeanos apuntaron con flechas a Dyehuty.
OSI: De ahí viene
la expresión "arrocha" —interrumpió, demostrando que todos sus años
de enseñanza religiosa seguían en su memoria—. Porque las mujeres e hijos de
los aldeanos empezaron a decir que arrojaran las flechas y los arcos y no los
mataran.
SET: Así es. Y como
Ast y Asir se negaron a cesar su misión, Suty ordenó disparar las flechas. Ast
se interpuso en su camino para evitar que mataran al amante de su hermano y
Asir, que tampoco iba a permitir que su hermana muriese, desvió las flechas con
su telequinesia, alcanzando a Suty. Otras flechas que no pudo detener le
alcanzaron a él mismo, dándoles muerte a ambos. Luego, la buena de Ast intentó
revivir a Asir con su poder de sanar, pero murió de agotamiento intentándolo. Y
desde ese día —imitó la entonación de un cura— los divinos hermanos custodian
las puertas del Cielo para recibir a todos sus seguidores, y el demonio de Suty
sigue en el Infierno, donde van los heteros cuando mueren, los pecadores, bla
bla bla.
Osi e Is seguían
expectantes.
SET: Pero todo eso
no es cierto. Eso es lo que escribieron los descendientes, pero no ocurrió
así... Ni siquiera todos los DA en la actualidad conocen la verdadera historia
que los Seguidores de Suty escribieron desde el otro punto de vista. A la
mayoría de los miembros de los Discípulos los tienen en la inopia. Lo saben los
miembros del Consejo, de los cuales la adorable Epifanía —dijo con mucho rencor—
forma parte. Y poco más.
Osi no parecía
sorprendido de que su madre formara parte de todo el embrollo.
IS: Déjate de historias.
¿No nos vas a contar qué pasó de verdad?
SET: Estoy agotado.
Ya os lo explicaré. Y ahora descansa, que mañana empezamos sin falta con tu
entrenamiento —se dirigió a Osi.
OSI: ¡¿Ya?!
SET: No hay tiempo
que perder —estaba emocionado—. Ya hemos perdido el día de hoy y no podemos
perder más tiempo.
IS: ¿Y qué pasa
conmigo y mi supuesto poder de sanar? Puede sernos útil.
SET: Sí, pero
primero tengo que trabajar con Osi. Es lo más importante. En cuanto acabe con
él me pondré contigo, te lo prometo —le guiñó un ojo, pero no se la veía
satisfecha con la respuesta.
IS: Hey, Set. ¿Cómo
estás hoy? —le dio un abrazo cuando salía de su cuarto. No la había reconocido
de lejos. Todavía no se había acostumbrado a su nuevo corte de pelo, que apenas
le llegaba a los hombros. Solo había hecho falta un comentario de Benjamín
sobre lo bien que le quedaría para que ella lo hiciese—. ¿Será hoy el día que
te pongas a entrenar conmigo?
SET: Hoy no puede
ser, Isis. Estoy muy cerca de conseguir algo muy importante para Osi. Pero te
prometo que en cuanto acabe, me pongo contigo —le atusó el pelo, cariñosamente,
pero ella se apartó bruscamente.
IS: Llevas
diciéndome eso desde hace meses, y la Renovación cada día está más cerca.
Sabía que Is estaba
molesta con él por no enseñarle, pero en esos momentos necesitaba perfeccionar
la telequinesia de Osi. Sus vidas podían depender de ello.
Después de librarse
de ella todo lo amablemente que pudo, se dirigió a la sala donde había pasado
tantas horas con su hermano Osiris. Recordaba cómo había preparado esa enorme
estancia especialmente para el entrenamiento telequinético de Osi. Y allí
estaba él, haciendo lo que le pareció imposible el primer día. Con un
movimiento de mano lanzaba objetos en el aire con una facilidad que asombraba,
pero que le pasaba factura cuando los usaba demasiado. Un muñeco de las
dimensiones y peso de una persona volaba por los aires y acabó estampándose
contra la pared. Ulises estaba con él ayudándole, tan guapo y tan diferente
desde que se afeitó la barba y se cortó un poco la maraña de pelo indomable con
la que apareció el primer día. Al ver que llegaba Set apartó la mirada
fingiendo que no lo había visto.
OSI: No puedo más,
Uli —decía, sudoroso, como si hubiera corrido la maratón, y respirando
profundamente—. Estoy agotado.
ULISES: Si
estuvieras agotado de usar tus poderes te saldría sangre por la nariz, como
pasa en todas las series.
OSI: Esto no es una
serie, Uli. Es la vida real.
Fue entonces cuando
Osi lo vio en la entrada.
SET: Te queda la
última prueba, como siempre —se dirigió a Osi—. Nos dejas, por favor, Ulises —le
sonrió ambiguamente.
ULISES: No creas
que con esa sonrisa algún día te voy a perdonar que me arrebatases a mi madre
de mi lado —salió de la habitación muy serio y rozándolo mientras pasaba, golpeándolo
ligeramente.
Set le sonrió
disfrutando de su tira y afloja y luego se acercó a Osi. Juntos se dirigieron
al fondo de la sala, donde había una pared enfrente de otra a unos 100 metros
de distancia. Osi se dirigió hacia la pared con impactos de bala, pero se
detuvo antes de llegar.
SET: Vamos. Hoy te
tienes que poner frente a mí.
OSI: No. No me
siento preparado —dijo muy seriamente y todavía con fuerte respiración.
SET: Si no te
fuerzas como te forzaste al principio nunca vas a progresar. Y esta situación
puede salvarte la vida.
OSI: ¡No soy Asir,
Set! ¡No puedo detener las balas!
SET: Exacto, no
eres Asir, porque él nunca pudo ni controlar las flechas —seguía tan tranquilo
como siempre y caminando sin hacer un solo ruido—. Pero tú podrás.
Osi se puso de
espaldas a la perforada pared y Set se puso enfrente suyo, apuntándole con una
pistola.
SET: Vamos.
¿Preparado?
Osi asintió dudoso,
pero Set tenía fe plena en el poder de su hermano y sabía que tenía que forzarlo
o nunca aprendería.
Al apretar el
gatillo sintió dudas, pero Osi levantó la mano y la bala deceleró hasta el
punto de ser captada en su trazado rompiendo el aire, para acabar deteniéndose
a unos metros de la mano de Osi. Set siguió disparando y Osi las detuvo todas,
pero el esfuerzo parecía demasiado. Las mantuvo un momento quietas, pero luego
se apartó y las balas siguieron su trayectoria para acabar impactando contra la
pared.
OSI: ¡Me podías
haber matado! —le dijo con mucho odio apoyando las manos en el suelo.
SET: Sabía que lo
conseguirías. Pero no es suficiente. Tienes que pararlas por completo.
OSI: ¡No puedo! ¡Me
exiges demasiado!
SET: ¡Vamos! ¡Eso
es! —levantó el tono de voz para motivarlo, aunque solo lo hacía exclusivamente
para eso, ya que su forma de hablar era siempre muy comedida—. ¡Canaliza tu
rabia! Todo en lo que creías se ha desmoronado. Asir no es el dios que creías.
¡Venga! ¡Enséñame tu rabia!
Osi lo miró,
enfadado, y se fue sin decir nada más. Pero antes de salir por la puerta lo
volvió a confrontar.
OSI: O a lo mejor
todo lo que cuentas tampoco es verdad —salió por la puerta y esta se cerró
bruscamente ante un movimiento de ojos de Osi, saltando la escayola y
rompiéndose el marco.
Set, lejos de
sentarle mal, sonrió. Sabía que esa ira era la que le había ayudado a controlar
su telequinesia y sabía que aunque a su hermano le había costado mucho
abandonar su fe, debido a toda la información que había destapado todas las
mentiras que los DA le habían estado contando durante toda su vida, aún
quedaban las brasas del fuego que hacía meses le ayudó tanto. La fe no estaba
perdida.
Próximo
episodio: lunes, 27 de mayo de 2013 a las 21:00.
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